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viernes, agosto 05, 2016
Maricela Hernández Jiménez
El primero, Leandro Félix Civil Jarvis.
Nació el 31 de marzo de 1948 y se tituló campeón en los 800 metros
planos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Santo Domingo en
1974.
Cuatro años después, también en el mes de marzo, pero el día 29 abrió sus ojos al mundo en el poblado de Delicias, Teofilo Stivenson Laurens, triple campeón olímpico y mundial, orgullo de Puerto Padre.
Un día después del natalicio de Teofilo, pero del año 1995, coincidentemente también en el mes de marzo, nace otro de los campeones puertopadrenses, su nombre: Juan Carlos Masón Solórzano.
Trascurría el 28 de marzo de 1995. En la ciudad de Puerto Padre nacía uno de los jóvenes más talentosos de la especialidad Lucha Libre del Deporte Cubano. Con solo 6 años comienza a practicar la disciplina bajo las orientaciones del profesor Rafael Benítez, técnico de mucha experiencia en nuestro territorio.
A los 12 años, por sus excelentes condiciones físicas y habilidades deportivas, es convocado para formar parte de la EIDE Carlos Leyva González de Las Tunas, institución que lo acogió durante tres años y dónde comienza a consolidar su carrera deportiva.
Por sus formidables resultados en Juegos Escolares Nacionales, Torneos Juveniles y Copas por invitación, a los 17 años es llamado a integrar el Centro de Alto Rendimiento Nacional Cerro Pelado, en La Habana, escuela en la que forma parte del Equipo Nacional de Lucha, en la modalidad Libre.
En estos momentos, Masón Solórzano es el segundo hombre de Cuba en la división de 97 hasta 125 Kilogramos, y su principal resultado competitivo es la medalla de oro en el Campeonato Panamericano Juvenil de Lucha celebrado en la capital de nuestro país en el año 2015.
De vacaciones activas en la tierra que lo vio nacer, porque combina el descanso con los entrenamientos, Juan Carlos Masón Solórzano, una de las principales expectativas de Puerto Padre para volver a unos Juegos Olímpicos, se presentó ante su público en el programa De Tarde con mi gente.
Cuatro años después, también en el mes de marzo, pero el día 29 abrió sus ojos al mundo en el poblado de Delicias, Teofilo Stivenson Laurens, triple campeón olímpico y mundial, orgullo de Puerto Padre.
Un día después del natalicio de Teofilo, pero del año 1995, coincidentemente también en el mes de marzo, nace otro de los campeones puertopadrenses, su nombre: Juan Carlos Masón Solórzano.
Trascurría el 28 de marzo de 1995. En la ciudad de Puerto Padre nacía uno de los jóvenes más talentosos de la especialidad Lucha Libre del Deporte Cubano. Con solo 6 años comienza a practicar la disciplina bajo las orientaciones del profesor Rafael Benítez, técnico de mucha experiencia en nuestro territorio.
A los 12 años, por sus excelentes condiciones físicas y habilidades deportivas, es convocado para formar parte de la EIDE Carlos Leyva González de Las Tunas, institución que lo acogió durante tres años y dónde comienza a consolidar su carrera deportiva.
Por sus formidables resultados en Juegos Escolares Nacionales, Torneos Juveniles y Copas por invitación, a los 17 años es llamado a integrar el Centro de Alto Rendimiento Nacional Cerro Pelado, en La Habana, escuela en la que forma parte del Equipo Nacional de Lucha, en la modalidad Libre.
En estos momentos, Masón Solórzano es el segundo hombre de Cuba en la división de 97 hasta 125 Kilogramos, y su principal resultado competitivo es la medalla de oro en el Campeonato Panamericano Juvenil de Lucha celebrado en la capital de nuestro país en el año 2015.
De vacaciones activas en la tierra que lo vio nacer, porque combina el descanso con los entrenamientos, Juan Carlos Masón Solórzano, una de las principales expectativas de Puerto Padre para volver a unos Juegos Olímpicos, se presentó ante su público en el programa De Tarde con mi gente.
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