Veneración al Maestro identifica jornadas puertopadrenses

Por: Rosa María Ramírez Reyes el 27 de Enero de 2014.

Como cada enero las nuevas generaciones de puertopadrenses recuerdan al más universal de los cubanos en el día de su natalicio; lo hacen ellas y ellos con la convicción profunda de preservar el legado y continuar la ruta que enseñó a andar desde el siglo XIX.

El 28 de enero es fecha de especial evocación a José Julián Martí Pérez; el amigo sincero de la niñez, el paradigma de verbo fiero y tierno de la adolescencia y juventud, el apóstol de cubanas y cubanos.

 De formas diversas, pero con una carga extraordinaria de amor sencillo y franco, en Puerto Padre, se realizarán actividades de recordación al Héroe Nacional; en las cuales la obra intelectual y revolucionaria de Martí alcanza dimensión protagónica.

Este lunes, integrantes de la brigada de instructores de arte y de la Asociación Hermanos Saiz, unirán el talento en velada cultural, a partir de las 10 de la noche, que tendrá por escenario al citadino parque José Martí,

La nueva generación entre cantos, poemas y bailes exaltará la vigencia de la obra martiana en el hacer cultural de la juventud puertopadrense.

Cuando los relojes marquen las 12 de  la noche y el 28 de enero comience a transcurrir Pinos nuevos depositarán en el busto del Apóstol una ofrenda floral como símbolo de recordación perenne.

Mientras, en otra parte de la ciudad, mujeres dialogarán sobre la presencia del pensamiento martiano en su hacer social; periodistas, escritoras, abogadas, pedagogas, combatientes, trabajadoras agrícolas y de otras ramas acercarán  las ideas del hombre más puro de la raza a sus profesiones.

Mañana, desde bien temprano niñas y niños, también adolescentes, recorrerán como cada 28 de enero la céntrica avenida de la Libertad.

El paso sereno y firme de Meñique, La Bailarina Española, Pilar, Nené Traviesa o el propio Martí en diminutas figuras, será la más bella forma de rendir tributo al hombre que dedicó La Edad de Oro a la infancia, esa que sabe querer y es la esperanza del mundo.

De historias, anécdotas y compromisos se colman las jornadas de lunes y martes, en Puerto Padre, como en toda la Isla porque Martí es siembra de luz permanente.