sábado, 9 de julio de 2016

 Nunca se logra decir todo acerca de un ser humano, particularmente cuando se ha destacado en su entrega al prójimo, como en este caso,  pero siempre que sea posible las palabras que resalten la virtud deben hilvanarse,  porque no se puede prescindir de tan importante prototipo, cuando se escriba acerca de la Medicina en este territorio.

En 1980, cuando se graduó como médico, en la provincia de Holguín,  sus profesores y condiscípulos opinaron atinadamente acerca de él: "… Serio, tranquilo, reposado y estudioso, son las cualidades de este compañero que vino de Puerto Padre"; atributos que conserva a lo largo de su fructífero desempeño.

Sin duda alguna, el doctor, José Ramón Bochs Alonso, para sus más cercanos sencillamente Pepe o bochito,  ha honrado el calificativo de medicina memorable con su fecunda vida familiar, laboral y social, por lo cual se ha hecho acreedor de figurar, junto a su padre, entre las célebres personalidades que enriquecen el patrimonio histórico, y cultural de la ciencia, en toda esta región.

Querido y respetado por todos, como lógica consecuencia de sus éxitos en el diagnóstico y de su trato amable y comprensivo, el intensivista del hospital, Guillermo Domínguez,  es un ser humano colmado de virtudes, cuyo ejemplo ha sido hasta hoy un acicate para trabajar mejor, sin esperar más recompensa que devolverle la sonrisa a cada paciente que la ha perdido por razones de enfermedad.

Ser un buen médico es un reto dentro de la complejidad del actual sistema de salud.

El crecimiento exponencial de la ciencia médica, la  presión ejercida por el sistema de un país en vías de desarrollo, los problemas de salud pública que obligan a priorizar el uso de  los recursos, en ocasiones provocan en algunos dejar a un lado el sentido humano y altruista de la profesión.

Sin embargo, en Puerto Padre tenemos al doctor Pepe Bochs,  cálido y entregado, consejero permanente, sacerdote del cuerpo, compañero del paciente, amigo y apoyo de la familia.

Y es que ser un buen médico va mas allá de la excelencia académica,  implica entrega, sacrificio, preocupación por el otro, generosidad, lealtad y honestidad. Ser un buen médico es prevenir y, curar la enfermedad, es conocer las limitaciones de la ciencia, es acompañar en la muerte digna.

Ser un buen médico significa construir país y futuro. Ser un buen médico es también ser maestro y lograr que las nuevas generaciones de médicos sean cada vez mejores. ¡¡Y quien puede decir que José Ramón Bochs Alonso, Pepe o bochito, no es todo eso?.

Doctor, Puerto Padre agradece su existir.

1 comentario :

  1. José Ramón Bochs Alonso, conocido como pepe o bochito, profesional intachable, médico por vocación y amor a lo que hace, por ello compañeros de trabajo, amigos pacientes y famiiares lo distinguen, admiran y buscan para escuchar su criterio especializado. A él no solo se suma el respeto como profesional, sino también como el hombre amigo, familiar y humanista.

    ResponderEliminar