Sin prisa, pero sin pausa la gastronomía busca su horizonte

Por: Oscar Peña Peña

En el municipio de Puerto Padre la   gastronomía popular se posesiona hoy en un escenario cada vez más integral, por la creciente participación de las distintas formas de propiedad, donde coexisten trabajadores  estatales, por cuenta propia y arrendatarios.

 Tras los Lineamientos Económicos aprobados en el Sexto Congreso del Partido, en la Villa Azul  o Ciudad de los Molinos aumenta el número de personas dedicadas a la elaboración y venta de alimentos en pequeños y medianos establecimientos, donde el arte culinario es diverso, con predominio de lo autóctono, en defensa de la identidad cultural.


La inserción al servicio público de la gastronomía criolla permite el retorno del duro frío, la pasta de guayaba con queso, el cucurucho de maní  y un mayor aprovechamiento de las frutas naturales en refrescos, jugos y batidos.

En el escenario comercial son comunes ahora las frituras de harina de trigo, yuca o maíz. Igualmente las empanadillas, el buñuelo, natillas y otras variedades afines al gusto popular, tales son los enchilados de mariscos, la pasta cubana   y la  ancestral mazamorra.

Es la terminal municipal punto constante de pregoneros, quienes a partir del lenguaje lírico o picaresco ofrecen caramelos, pastas de maní, coco y ajonjolí. En igual escenario abundan los anunciantes del pru oriental,  que recomiendan  como   perfecto afrodisíaco.

El Campeón, en Delicias; sintetiza la identidad del olímpico de siempre Teofilo Stevenson, mientras La Mora en honor a la familia libanesa y   contigua a La Tropical y al Merengón , armonizan en los bajos del otrora Hotel Plaza,  área populosa y distintiva en  los impuestos.

La Chaparrera, El Bodegón de Polito, El Anón, Las Delicias,  Casa Nova, Luz del Sol , El Nuevo León, La Casita de Piedra,  El Sabor ,  El Pastelero y  El bosquecito  son entidades por cuenta propia que unidas a  otras emplean sobre  400 personas , en su mayoría  con años de experiencia laboral y por primera vez hablan de cargas fiscales.,  costos,  rentabilidad  o  mercancías.

En poco menos de dos años la legislación introdujo cambios significativos para favorecer a esos recursos humanos y propiciar su crecimiento estable mediante el derecho a la jubilación, sindicalización, pago por maternidad, uso de círculos infantiles, aplicación de disímiles modalidades en el régimen tributario y desde fecha reciente pueden comercializar con la doble moneda.

Las transformaciones económicas de esta  rama alimentaria plantean  la modalidad de cooperativas no agropecuarias, con una propuesta original  de 36 en el municipio  de Puerto Padre.