Siempre me resultó pretensioso admitir el son de Emilianito como
una verdad a la que aferrarme con orgullo, La Habana tampoco me parecía
la Meca y de veras que lo del pocito de agua dulce, aunque singular, no
lo distinguí nunca como un aspecto identitario.
La polémica del encuentro y de que Puerto Padre fuera ese sitio que asombró al Almirante es un asunto que merece ser estudiado con mayor profundidad lejos de conceptos preestablecidos, pero de lo que sí estoy seguro es que los villazulinos tienen un sentido de pertenencia admirable.
La polémica del encuentro y de que Puerto Padre fuera ese sitio que asombró al Almirante es un asunto que merece ser estudiado con mayor profundidad lejos de conceptos preestablecidos, pero de lo que sí estoy seguro es que los villazulinos tienen un sentido de pertenencia admirable.
Sin embargo las últimas fotos de aquel acogedor sitio, me mostró que habíamos cedido terreno al descuido y que de algún modo el son de Emilianito, tan socorrido y popular, nos dejaba en la vergüenza.
¿Donde están las cosas que vio este hijo ilustre y que hacía mucho no me enorgullecían de la misma forma?
La Ciudad envejecida y despintada comenzó a despertar
El 2006 se consagra como un año de obras perdurables, difícilmente en otras épocas sucedió una explosión similar.
La rotonda con su conjunto escultórico impresionante, la inauguración de la sede municipal de la Unión de Escritores y artistas de Cuba, considerada como una de las mas armónicas y bellas, el remozamiento del malecón y del Centro Multiservicios de Comunicaciones, la inauguración del Canal Azul, el conjunto escultórico de la división Tunas- Puerto Padre y la construcción del Parque-Plaza Emiliano Salvador, son las siete maravillas arquitectónicas puertopadrenses comenzadas en el 2006.
Voy a referirme a esta última porque resume a mi modo de ver un período importante y definitorio de reanimación urbana. El acierto del grupo creativo FACTUM, liderado por Angel Alberto Alvarez Carralero y Yosvani Massó Labrada es ya tangible, desde el espacio físico escogido hasta esa dicotomía de Parque – Plaza.
Me parece encomiable el hecho que sea simultáneamente espacio para el descanso y para el disfrute de una animación cultural que se impondrá de manera sistemática y que deberá ser acogida por instituciones en su programación habitual para que el espacio deje de ser un parque o una plaza más.
Ángel Alberto, (1976) autor principal del proyecto me reveló códigos que definen su clara intención artística.
Las diecinueve luminarias y las ocho palmas revelan el día y el mes del natalicio del afamado músico, así los cuarenta y un bancos, coinciden con los años que tenía el músico al morir.
La obra despierta elegancia en su concepción vanguardista y su coherencia formal; Emplazado en un sitio que merece ser despojado de elementos que afean y palidecen la obra, dígase cables, postes y construcciones intrascendentes.
Las pérgolas, diversas en su diseño aportan majestuosidad y armonía con el ambiente vegetal que pronto se hará profuso, por encima de los bancos coloniales.
Al frente, tal vez a veinte metros, un escenario en el que se recrea la figura del jazzista emergiendo detrás de un sugestivo piano que cede espacio en un lateral a conjuntos musicales, solistas y creadores para que desarrollen la esperada animación comunitaria.
Ver a la comunidad apropiándose de la obra, a los niños corretear sus aceras, a las parejas enamorándose a la luz de esas románticas burbujas de luz o ascender por sus escalinatas entre el asombro y la satisfacción, sin dudas es un logro que FACTUM incorporó a nuestra urbanidad.
Con el parque plaza Emiliano Salvador se conforma un complejo cultural de grandes dimensiones que incluye además, el Cine Iremú, el Canal Azul, el Fuerte de la Loma y la sede municipal de la UNEAC y con ello logra descentrar la animación cultural del casco histórico, para brindar opciones de mayor alcance social, sin dudas una conquista esperada hace mucho.
Sin embargo no se ha logrado al cabo de ocho años que el espacio sea un plaza cultural capaz de reunir a personalidades y estudiosos que tuvieron contacto con el músico y sobre todo mantener una programación artística que honre a Emilianito.
Ojalá esta obra y su labor promocional obligue a la formación del Centro promocional de la música Emiliano Salvador, si se tiene en cuenta que el Festival Villa de Los Molinos y el encuentro que cada año realiza la Unión de escritores y artistas de Cuba en el territorio destacan como las acciones más importantes por situar en el justo lugar a Emiliano Salvador Pérez , acciones que todavía exigen mayor trascendencia y perspectivas.
La ciudad inicia un estremecimiento estéticoen su avenida principal luego de un deterioro que exigía agrito, intervención. El cuidado a conservar el patrimonio y la belleza del lugar siguen siendo el principal desafío.
Si lo logramos podremos decir que el son de Emilianito es una realidad vivificada.
0 comentarios :
Publicar un comentario