Por: Rosa María Ramírez Reyes el . http://www.radiolibertad.cu/index.php/de-tarde-con-mi-gente/5455
Desde hace 3 cursos Jorge Luis García Santiesteban dirige la filial de Ciencias Médicas de Puerto Padre. No llegó al puesto de casualidad, méritos suficientes acumuló en su paso como subdirector docente en la sede del Policlínico Romárico Oro, en esta ciudad.
Desde hace 3 cursos Jorge Luis García Santiesteban dirige la filial de Ciencias Médicas de Puerto Padre. No llegó al puesto de casualidad, méritos suficientes acumuló en su paso como subdirector docente en la sede del Policlínico Romárico Oro, en esta ciudad.
Antes había cosechado frutos importantes en las aulas como profesor, igualmente en las consultas de psicología. Tanto es así que las familias aun le buscan para la orientación especializada cuando de asuntos de psiquis se trata.
Su entrega a la formación de los
profesionales de la salud pública en la localidad le hacen distinguir,
sin lugar a dudas, pero es su vocación humanista y sentido altruista las
virtudes más sobresalientes de su andar fértil.
El ascenso en grados científicos y categorías docentes son metas, a las que ha llegado con sacrificio personal, horas de desvelo, de estudio más allá de la medianoche cuando todo quedaba ordenado para emprender las tareas del día siguiente.
Sabe de arte y filosofía, de ciencias exactas y de medicina, y es que tiene inteligencia natural para caminar con éxito. Investigar es pasión en su fecunda vida, por eso es usual verle en jornadas y eventos como ponente, o tribunal.
Todas esas cualidades exaltan en este hombre jovial, máster en ciencias, capaz de compartir con el más común de los puertopadrenses en cualquier escenario, sin embargo, quienes muy bien le conocen saben que detrás de la exigencia, rectitud y responsabilidad hay un ser humano noble, de corazón gigante.
Es Luisi, como le dicen amigos y familiares el excepcional hijo, padre sin igual, el hombre pleno que encuentra el respeto y admiración de sus subordinados, quienes le califican como una persona maravillosa, a la que se le puede confiar el más supremo de los secretos. Le ven, además como el jefe que usa los mejores métodos de dirección, por eso los resultados destacan en la Filial Universitaria de Ciencias Médicas.
Sin desatender sus obligaciones laborales, la familia es lo primero. Su madre Idania y padre Raúl, junto a Patricia, la hija, y Mariseli la esposa tienen en él el abrigo imprescindible para desafiar las vicisitudes de la vida.
Aunque prefiere evadir en ocasiones la ausencia física de su hermano mayor, llora en silencio todavía porque mucha falta le hace la mano de Rauli al hombro en cada momento, sobre todo en los que por azares de la existencia enfrenta situaciones dolorosas.
De impecable gusto al vestir, Jorge Luis actúa bajo los preceptos de la ética por eso es venerable psicólogo en Puerto Padre.
El ascenso en grados científicos y categorías docentes son metas, a las que ha llegado con sacrificio personal, horas de desvelo, de estudio más allá de la medianoche cuando todo quedaba ordenado para emprender las tareas del día siguiente.
Sabe de arte y filosofía, de ciencias exactas y de medicina, y es que tiene inteligencia natural para caminar con éxito. Investigar es pasión en su fecunda vida, por eso es usual verle en jornadas y eventos como ponente, o tribunal.
Todas esas cualidades exaltan en este hombre jovial, máster en ciencias, capaz de compartir con el más común de los puertopadrenses en cualquier escenario, sin embargo, quienes muy bien le conocen saben que detrás de la exigencia, rectitud y responsabilidad hay un ser humano noble, de corazón gigante.
Es Luisi, como le dicen amigos y familiares el excepcional hijo, padre sin igual, el hombre pleno que encuentra el respeto y admiración de sus subordinados, quienes le califican como una persona maravillosa, a la que se le puede confiar el más supremo de los secretos. Le ven, además como el jefe que usa los mejores métodos de dirección, por eso los resultados destacan en la Filial Universitaria de Ciencias Médicas.
Sin desatender sus obligaciones laborales, la familia es lo primero. Su madre Idania y padre Raúl, junto a Patricia, la hija, y Mariseli la esposa tienen en él el abrigo imprescindible para desafiar las vicisitudes de la vida.
Aunque prefiere evadir en ocasiones la ausencia física de su hermano mayor, llora en silencio todavía porque mucha falta le hace la mano de Rauli al hombro en cada momento, sobre todo en los que por azares de la existencia enfrenta situaciones dolorosas.
De impecable gusto al vestir, Jorge Luis actúa bajo los preceptos de la ética por eso es venerable psicólogo en Puerto Padre.
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