Su pasión la tiene desde niña cuando se ponía a recortar y pegar cartulina y papel para lograr materializar sus ideas infantiles sobre animales y personas, entre las que sobresalían las niñas y los niños junto a la maestra en la escuela, pero...
al paso del tiempo se fue perfeccionando y hoy es una artesana que conjuga sus conocimientos con el magisterio.
Kenia, hoy es educadora de la escuela especial Hermanos Madrigal en Puerto Padre, allí recibe el cariño de sus alumnos y compañeros de trabajo lo que la estimula a seguir adelante con su noble profesión.
Si porque imparte a sus niñas y niños, como cariñosamente le llama, como plasmar sus representaciones pictóricas en papel mache, cartulina, tela y otros materiales, esos duendes que brillan a diario en sus mentes infantiles y llevan a vías de hecho.
El reconocimiento de sus alumnos es esencial para la joven educadora, que siempre llevo su vocación del magisterio y que decidió por la especialidad de defectología, y logra su objetivo aplicando la artesanía en sus clases, consiguiendo resultados positivos en los colegiales.
Aunque el magisterio no solo lo lleva en la escuela especial Hermanos Madrigal, en Puerto Padre, porque en su comunidad también utiliza sus artes de maestra para enseñar a las vecinas, adolescentes y jóvenes, y las exponen en las actividades festivas por los aniversarios de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
La familia es importante en la vida de la educadora por excelencia, sus 2 hijos y esposo tienen conocimientos artísticos de artesanía que utilizan en adornos hogareños y comercializan para el sustento personal.
Estar apasionado por lo que se hace es un incentivo personal, pero en Kenia esa pasión la lleva a mantenerse viva y estar en constante creación, motivo que la hace permanecer ideando manualidades para la enseñanza de sus educandos, pero también para satisfacción personal.
Kenia, hoy es educadora de la escuela especial Hermanos Madrigal en Puerto Padre, allí recibe el cariño de sus alumnos y compañeros de trabajo lo que la estimula a seguir adelante con su noble profesión.
Si porque imparte a sus niñas y niños, como cariñosamente le llama, como plasmar sus representaciones pictóricas en papel mache, cartulina, tela y otros materiales, esos duendes que brillan a diario en sus mentes infantiles y llevan a vías de hecho.
El reconocimiento de sus alumnos es esencial para la joven educadora, que siempre llevo su vocación del magisterio y que decidió por la especialidad de defectología, y logra su objetivo aplicando la artesanía en sus clases, consiguiendo resultados positivos en los colegiales.
Aunque el magisterio no solo lo lleva en la escuela especial Hermanos Madrigal, en Puerto Padre, porque en su comunidad también utiliza sus artes de maestra para enseñar a las vecinas, adolescentes y jóvenes, y las exponen en las actividades festivas por los aniversarios de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
La familia es importante en la vida de la educadora por excelencia, sus 2 hijos y esposo tienen conocimientos artísticos de artesanía que utilizan en adornos hogareños y comercializan para el sustento personal.
Estar apasionado por lo que se hace es un incentivo personal, pero en Kenia esa pasión la lleva a mantenerse viva y estar en constante creación, motivo que la hace permanecer ideando manualidades para la enseñanza de sus educandos, pero también para satisfacción personal.
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