jueves, 23 de enero de 2014

Por: Oscar Peña Peña el .
El frente frío menguó el peligroAunque las lluvias invernales del último fin de semana no hicieron crecer los ríos, ahora las más de 35 Mil hectáreas de bosques existentes en el municipio de Puerto Padre están humedecidas y  merman los riesgos de propagación de incendios,  cuando transcurre  hasta junio  la etapa de mayor  peligro.

El periodo anual más  proclive para la ocurrencia de llamaradas en regiones forestales comenzó en enero, con la peor sequía de los últimos  años en el norte tunero, que clasifica entre los territorios menos lluviosos  de las provincias orientales.
Desde este  mes  hasta junio, los guardabosques del municipio de Puerto Padre refuerzan la vigilancia  del patrimonio verde  y sus zonas especiales de Covarrubias El Socucho, Charco Largo La Jíbara ,  sitio preferido para las bandadas de aves autóctonas , migratorias y refugio natural de El Flamenco.

Tras el  regalo de la naturaleza a una de sus realizaciones, la floresta, las presas y micro presas demandan  lluvias torrenciales para  aprovechar la capacidad  instalada, hoy ocupada por debajo del veinte por ciento  y el cielo sin manto gris.

 En los últimos tres años en Cuba han ocurrido 973 incendios forestales que afectaron 23 mil 410 hectáreas causando cuantiosos daños a la economía y al medio ambiente, hechos convertidos en enemigos letales de la aspiración del país de tener para el 2015 el 29,4 % de su superficie cubierta por bosques
Los cambios climáticos, las altas temperaturas y la sequía agrícola agudizan cada vez más la etapa crítica de estos lamentables hechos, la cual comprende los meses de febrero a mayo; sin embargo, recientes análisis evidencian que enero último, con 40 incendios, tiene un comportamiento similar al de febrero, lo cual pudiera determinar que hubiera corrimiento de la fase de más incidencia.

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