Un
humilde puertopadrense, refleja en su rostro aún orgullo de los tiempos
vividos en su juventud, cuando fue llamado a cumplir el honroso deber
de la defensa de la patria en la primera línea de combate, allí donde a
unos pasos el enemigo de siempre tiene asentada una ilegal Base Naval de Guantánamo, en la Brigada de la Frontera.martes, 17 de junio de 2014
martes, junio 17, 2014
Maricela Hernández Jiménez
Un
humilde puertopadrense, refleja en su rostro aún orgullo de los tiempos
vividos en su juventud, cuando fue llamado a cumplir el honroso deber
de la defensa de la patria en la primera línea de combate, allí donde a
unos pasos el enemigo de siempre tiene asentada una ilegal Base Naval de Guantánamo, en la Brigada de la Frontera.
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