Por
 raro que parezca la cultura cubana actual en su afán revisionista debe 
aportar nuevas luces a aquel encuentro de los dos mundos en 1492.
Este 
asunto constituyó centro del Coloquio Encuentro de tres culturas que 
reunió los días 27 y 28 de octubre en la sede villazulina de la UNEAC a figuras medulares de la historiografía cubana de la talla del Doctor Joel Cordoví, vicepresidente del Instituto de Historia de Cuba Jesús Ignacio Suárez, miembro de la comisión de expertos de esa entidad, Arturo Alexander Pedroso Alés, perteneciente a la Oficina del Historiador de La Ciudad de La Habana, Yanet Reinaldo profesora de la Universidad de Oriente
 junto a seis doctores en áreas de la pedagogía y de las ciencias, que 
conformaron un nutrido grupo de especialistas en temas socioculturales.
La
 exposición de las principales piezas del coleccionismo arqueológico a 
partir de los sitios existentes en el territorio, tuvo como valor 
adicional en la entrada del cónclave un retrato del investigador 
fallecido Ramón Garrido Padilla
 que realizó la creadora Nereida González. El espacio resultó propicio 
para honrar a uno de los que más aportó al conocimiento de la 
arqueología de La provincia de Las Tunas,
 provincia irrelevante hasta hace una década en la historia 
precolombina. Ramón fue parte de la expedición Del Amazonas al Caribe al
 mando del Doctor Antonio Núñez Jiménez.
 Con su temprana muerte dejó la mayoría de sus investigaciones inéditas,
 centradas en el estudio de murciélagos, mariposas y otras cuestiones de
 vital importancia relacionadas también con la lengua Aruaca, además de 
su gestión como presidente del Grupo Espeleo-arqueológico Atabex-Maniabón, conservador y taxidermista del Museo Polivalente Fernando García Grave de Peralta.
La muestra incluyó numerosas hachas 
petaloides, cuentas, majadores, gladiolitos. Entre las piezas más 
interesantes se mostraron al público el idolillo de apenas 9 milímetros 
de alto y un pendiente de oro encontrado en Loma del Aite, en la zona de
 la Pedrera en Delicias.
 Uno de los elementos más notables y que apoya el asentamiento de 
aborígenes en esta zona es la canoa aborigen monolítica de más de seis 
metros de largo que apareció debido al movimiento de las aguas en la 
zona de Cascarero en el 2008 luego del paso del ciclón Ike.
En
 el primer bloque del encuentro teórico se abordaron asuntos 
relacionados con el puerto primado de Cuba en el que Reymundo Betancourt
 Alvero dio muestras, mediante un documental, de su voluminosa 
investigación y avances en cuanto a etapas importantes del estudio que 
aboga por su hipótesis de de que fuera Puerto Padre y no Bariay la 
primera tierra que pisó Colón.
Por su parte Arnaldo Rueda Quintana, principal investigador del libro que publicó la editorial Sanlope
 Portus Patris 1492-1992 en el quinto centenario, ofreció elementos de 
los principales puntos en los que basa su hipótesis de la entrada de 
Colón por la zona del Socucho a partir del diario del navegante, sus 
observaciones y los estudios actuales de la geografía y arqueología en 
comparación con Bariay.
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Estos dos investigadores deben unirse a 
pesar de sus discrepancias científicas a fin de conformar un equipo 
multidisciplinario que unirá fuerzas y dedicación en uno de los temas 
más apasionantes de la historia de América y más difícil de remover a 
partir de los atractivos turísticos que hace la región holguinera del 
suceso y de la aceptación tácita de Bariay, aun cuando la descripción 
colombina no coincide con muchos de sus elementos geográficos ni se ha 
establecido un careo que revise el tema en cuestión.
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Además de estos asuntos se expusieron 
otros temas en torno a la ecología, identidad y raíces de la cultura 
puertopadrense, que incluyó las zonas de Chaparra y Delicias como 
centros económicos de importancia económica y social desde inicios del 
siglo XX.
Ha sido esta una de las jornadas 
científicas más provechosas y significativas en los últimos años en el 
territorio, capaz de enfocar miradas en pro del desarrollo y la 
identidad.
Hasta las primeras tres décadas del 
siglo XX solo se conocía que la llegada del almirante Cristobal Colón a 
Cuba se había producido por algún lugar de la costa norte de la región 
oriental. Hacia finales de 1936 la Sociedad Colombista Panamericana, el 
Lyceum de La Habana y el Diario de la Marina convocaron un concurso para
 determinar el punto exacto de la arribada del genovés.
Al evento fueron enviados varios 
trabajos que defendían diversos puntos. Entre ellos Baracoa, Gibara, 
Puerto Padre y Manatí. Un año más tarde, luego de numerosos 
aplazamientos, la decisión del jurado fue pobre y ambigua.
Fernando García Grave de Peralta, el primero que defendió la hipótesis dejó escrito:
Se declaraba que hasta tanto aparecieran
 documentos y pruebas más convincentes no se determinaría el primer 
lugar visitado por Colón en la costa norte de oriente y recomendaba la 
publicación del trabajo de José M. Van der Gucht y Saturnino M. Parajón 
por haberse presentado con mejor fondo y forma.
Este trabajo que defendía la región de 
Bariay se publicó sin la aclaración del jurado. Fernando mantuvo que 
Puerto Padre había sido despojado de su derecho y en su criterio su 
investigación había lastimado la sensibilidad católica por expresar que 
con este acontecimiento «se iniciaba en nombre de la cruz y el Cristo, 
la esclavitud primero y la destrucción después de los felices moradores 
de Las Antillas».
Otro trabajo de Francisco Ramón del 
Pueyo fue presentado en defensa de Puerto Padre, como puerto primado 
titulado La Ruta del Almirante, que llegó fuera de plazo de admisión y 
no fue considerado.
Otros defensores de la teoría lo fueron 
el navegante norteamericano J.V. Fox encargado de la National Geografic,
 el alemán Rudolf Cronau, Silverio Jorrín, el abogado tunero Luís 
Galano, Mario López Aguilar, Serafín Alvero, Mary Ruíz de Zárate y el 
matrimonio norteamericano Judge y Marden. En la década de los ochenta 
del siglo pasado un equipo dirigido por Arnaldo Rueda Quintana 
publicaron el libro Portus Patris (1492 - 1992) y actualmente lo hace 
Reymundo Betarcourt Alvero.
(Tomado de la investigación: Defensa de la teoría de Portus Patris del historiador Ernesto Carralero Bosch.)
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sábado, noviembre 01, 2014
Maricela Hernández Jiménez
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