Mientras el público recorre y selecciona
de uno o varios estantes de granjas, cooperativas y arrendatarios,
no cesan los sonidos que identifican a carneros, gallos, gallinas,
pavos y cerdos; desde luego estos resaltan porque quizás hoy
protagonizan la penúltima gritería y mañana acompañarán al congrí,
ensaladas y viandas de la mesa cubana.
Más de 300 representantes de las distintas formas de propiedad pregonan desde el coco de agua fresca y cristalina hasta el ajo vietnamita aclimatado a la región para acentuar el sabor de la caldosa tunera, presente en un recinto gastronómico.
La lechuga, tienes clientes fijos y otros que se incorporan porque en días como el 31 de Diciembre esta hortaliza junto a la yuca, el lechón y el congrí une en la mesa a MILLONES de cubanos.
También coles, cebollas, cebollinos, ajos , remolachas, cítricos, yucas, malangas, calabaza, frijoles, habichuelas, boniatos, los plátanos macho, burro y fruta están presentes en la amplia explanada o en espacios laterales del Banco Popular de Ahorro, calles Maceo, Carlos Manuel de Céspedes, Simón Bolívar y Flor Crombet.
De igual manera asisten artesanos con jabas típicas de alto valor de uso, máxime cuando en áreas contiguas es posible adquirir mercancías de amplia demanda, dígase alimentos variados, insumos de aseo personal, del hogar o para otros fines, mayormente localizables en mercados de barrios o asentamientos de Vázquez, Delicias, Cayo Juan Claro, Maniabón y San Manuel.
Los residentes en esos territorios y en la Ciudad de los Molinos, identifican la jornada como feria especial, porque a diferencia de todo el año las entidades comercializadoras salen de sus respectivas sedes hasta lugares públicos.
Al expendio de producciones agrícolas, se unen, además, el comercio, la gastronomía y restantes fuentes proveedoras, entre ellas el establecimiento de Acopio, con un cargamento de arroz, de alta calidad, si bien tiene menor demanda por su oferta reiterada en mercados de barrios y comunidades.
No faltan en la fiesta villazulina los dulces y demás golosinas, tampoco la carne de cerdo al detalle, y desde luego el atrayente olor a cerdo asado en púa, cuya columna de humo es el aviso primario de lo que sucederá mañana en miles de hogares, especialmente cuando todos celebramos el advenimiento del aniversario 56 de la Revolución, el regreso de Antonio, Gerardo, y Ramón, así como las buenas nuevas sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos.
Más de 300 representantes de las distintas formas de propiedad pregonan desde el coco de agua fresca y cristalina hasta el ajo vietnamita aclimatado a la región para acentuar el sabor de la caldosa tunera, presente en un recinto gastronómico.
La lechuga, tienes clientes fijos y otros que se incorporan porque en días como el 31 de Diciembre esta hortaliza junto a la yuca, el lechón y el congrí une en la mesa a MILLONES de cubanos.
También coles, cebollas, cebollinos, ajos , remolachas, cítricos, yucas, malangas, calabaza, frijoles, habichuelas, boniatos, los plátanos macho, burro y fruta están presentes en la amplia explanada o en espacios laterales del Banco Popular de Ahorro, calles Maceo, Carlos Manuel de Céspedes, Simón Bolívar y Flor Crombet.
De igual manera asisten artesanos con jabas típicas de alto valor de uso, máxime cuando en áreas contiguas es posible adquirir mercancías de amplia demanda, dígase alimentos variados, insumos de aseo personal, del hogar o para otros fines, mayormente localizables en mercados de barrios o asentamientos de Vázquez, Delicias, Cayo Juan Claro, Maniabón y San Manuel.
Los residentes en esos territorios y en la Ciudad de los Molinos, identifican la jornada como feria especial, porque a diferencia de todo el año las entidades comercializadoras salen de sus respectivas sedes hasta lugares públicos.
Al expendio de producciones agrícolas, se unen, además, el comercio, la gastronomía y restantes fuentes proveedoras, entre ellas el establecimiento de Acopio, con un cargamento de arroz, de alta calidad, si bien tiene menor demanda por su oferta reiterada en mercados de barrios y comunidades.
No faltan en la fiesta villazulina los dulces y demás golosinas, tampoco la carne de cerdo al detalle, y desde luego el atrayente olor a cerdo asado en púa, cuya columna de humo es el aviso primario de lo que sucederá mañana en miles de hogares, especialmente cuando todos celebramos el advenimiento del aniversario 56 de la Revolución, el regreso de Antonio, Gerardo, y Ramón, así como las buenas nuevas sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos.
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