Manos con poderes mágicos

Por: Leidiedi Gómez Hidalgo el 26 de Marzo de 2015. 

Nunca pensé dedicarme al oficio de zapatero, expresa el joven Leonardo Luis Peña Suárez, mientras evoca con mirada soñadora aquellos lejanos días en que observaba a su abuelo y luego a su padre realizar la labor que se convertiría, con el paso del tiempo, en la pasión de su vida.

Su mirada se pierde en la distancia al recordar las palabras del viejo, como cariñosamente le llama: “Tu puedes hacerlo y ganarte la vida de forma decorosa como lo hace un médico”...

Y aunque reconoce que no le gustó la idea, casarse y tener un hijo lo obligaron a repensar su decisión.

Así comenzó su andar por el noble oficio de zapatero y si al inicio solo lo hizo pensando que sería algo circunstancial, el arte de arreglar zapatos  se le fue metiendo de a poco en la sangre y  hoy no puede vivir sin él.

Cada día Leonardo, pone a prueba su imaginación para reparar calzados de disímiles formas, acción que realiza con esmero y dedicación en el número 3 de la calle 8, en el poblado de El Yarey.

Para él es una labor que requiere destreza porque según sus propias palabras, no es coser por coser, sino hacerlo con calidad que es lo que desea el cliente.

En el Combinado de Servicios, de Vázquez, lugar donde antes trabajó su padre, recepciona en cada jornada más de cincuenta pares de zapatos; el amor y la paciencia que emplea para atender a cada cliente son remunerados por el cariño y respeto que estos le profesan.

Acogido a nuevas formas de empleo, ahora es trabajador por cuenta propia vinculado al sector estatal.

El joven de 39 años de edad sobresale en el colectivo por su participación en diferentes eventos de ciencia y técnica, por lo cual ostenta diversos reconocimientos.

Leonardo Luis Peña Suárez, se siente satisfecho con su labor, pues al decir de sus propios clientes, tiene manos con poderes mágicos; pero también este joven zapatero experimenta sano orgullo al saber que contribuye día a día, a mantener vivo, en Puerto Padre, un oficio tan antiguo como digno.