martes, 2 de agosto de 2016

 Hace sólo unos días el programa De Tarde en Tarde, de Radio Libertad, rindió homenaje a Manuel Sobrado Mauteca, un puertopadrense de gran vocación humanista.
El Puente les invita a reconocerle a través de estas sencillas palabras.

Por: José Luis Pérez Parra. http://portuspatris.blogspot.com/…/manolito-un-hombre-hecho…
Para mí no ha dejado de ser un atómico, como se llamó la banda de la que formó parte en su etapa escolar, y es que grande ha sido su aporte para que el arte no distorsione su papel en la sociedad.

De muchacho el sonido de los sartenes que tocaba su papá en la conga de San Manuel le oxigenaba lo que llegó a ser una de sus pasiones: la música, y aunque hoy los instrumentos de la percusión son los que ejecuta, fue una guitarra el primero que tuvo, regalo de su padre.

Con especial cariño recuerda a su profesor de música, Mario Jiménez y sus tiempos en la Academia de Música puertopadrense, donde encontró los saberes teóricos.
Luego tocó a las puertas de lo que sería otro mundo de sueños y entregas: formarse y concretarse como Instructor de Arte; conoció de los desvelos que significa para un artista enseñar, crear agrupaciones y participar en festivales y espectáculos a todos los niveles, y lo mejor de todo: ceñir sobre su pensamiento cual una corona real una realidad que habla de un empeño: la mayoría de sus alumnos de esa época hoy son destacadísimos músicos profesionales.
Atómico, sí, ¿quién lo duda de alguien que suma, además, a sus pasiones la de la dirección artística? Acumula en su currículum el mérito de ser fundador del Festival del Creador Musical, Villa de los Molinos, Emiliano Salvador In memoriam, dándole la elegancia y dignidad, que hoy añora ese espectáculo. Bajo su impronta también se han vuelto memorables las Jornadas Cucalambeanas y los Festivales Boleros de Oro, por solo mencionar algunas de sus propuestas.
Para hacer de la cultura en Puerto Padre un jardín florecido llegó como dirigente en el sector en la década de los 90, y quienes dirigen en la actualidad debían buscarlo, preguntarlecómo logró que las restricciones económicas, no derivaran en lapobreza creativa; de seguro él contestará: porque para dirigir Cultura hay que amar eso.
¡Si se pudieran sembrar otros ejemplares de atómicos como él!. Pero lo tenemos ahí, hoy siendo parte de una de las más prestigiosas agrupaciones musicales puertopadrenses: Origen; arreglista y compositor, multipremiado, miembro de la UNEAC, pero sobre todo un gran ser humano, donde logra su máxima expresión.
Su entrega apasionada y sin cansancio al cuidado de su madre, en la última etapa de su vida, es la que lo hace un verdadero inspirador para la raza. Con letras doradas debía haber una inscripción en la puerta de su hogar para que todo el mundo conozca que allí vive un hombre de gran mérito artístico para este pueblo y país, pero también un ejemplo de hijo que supo acunar con dignidad la senilidad de la autora de sus días y ya eso es ser más que grande.
Tal vez en la placa podríamos resumir: aquí vive un atómico por siempre,Manuel Sobrado Mauteca, un hombre hecho de verbos.

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