Para llegar a su destino primero ella y el equipo de trabajo tuvieron que sortear obstáculos como tener que dejar el carro y caminar por el angosto terreno, imponerse al personal porque no querían caminar, pero siempre la fortaleza y decisión del personal de salud se impone hasta llegar a su destino.
Es habitual que la mayoría de los días no puede hacer el terreno por falta de un chofer o cualquier otro inconveniente, pero nada de eso la amilana y siempre con su sonrisa y paciencia logra el objetivo de velar por la salud de ese pueblo.
Cuenta la especialista en MGI que en la Isla Tapuio, Maranhão, sus 6 pacientes son nativos del lugar y viven aislados del resto de la población. Las condiciones de pobreza en que viven hacen que la puertopadrense se sienta asombrada, pues en el lugar carecen de agua potable la que deben buscar a varios kilómetros en un estanque que es para la cría de peces, además, esa agua es de lluvia y hace más de 5 meses que no hay precipitaciones, al preguntar si hierven o le suministran hipoclorito, se queda impactada cuando le dicen que solo la cuelan en un paño, y para colmo conviven con los perros y puercos dentro de las casas.
Las vivencias de los especialistas cubanos en otras tierras de Latinoamérica dejan sus huellas desde su profesionalidad, solidaridad y sobre todo en las condiciones de calidad de vida de esas poblaciones.
Así lo evidencia la doctora Rosario Velázquez González con estas vivencias a través de las fotos que hizo en su visita de terreno a esta familia brasileña.
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