Al evocar a Chávez hoy, lo hacemos por la sonrisa del infante que ya tiene escuelas, la anciana que pudo caminar, la buena mujer venezolana que tiene casa, por el joven que va a la universidad, el hombre al que le devolvió la visión, por la mirada al horizonte del obrero, el pensionado, la embarazada, el trabajador sencillo y común que edifica con sus propias manos una nueva nación, con las cimientes de Bolívar.
Hacedor de sueños es calificativo que le llegará por la eternidad desde el corazón de quienes siguen su andar firme por Nuestra América.
Con su muerte escaló montañas y desde allá le habla a la América, porque Chávez es guía certera en el hacer por la integración del continente, así como siglos atrás emprendiera la misión el Libertador Simón Bolívar.
Chávez no se ha ido, él está en todas partes, porque es siembra útil por mejores tiempos.
0 comentarios :
Publicar un comentario