lunes, 3 de febrero de 2014

Tania Ramírez Rivero
tania@rvictoria.icrt.cu

 

Las Tunas.-
El 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales en conmemoración de la firma del Convenio sobre los Humedales en Ramsar, Irán. Tiempo21 conversó a propósito de la fecha con el MSc. Amado Luis Palma Torres, especialista de la Delegación de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, CITMA, para conocer qué se hace en esta provincia oriental para proteger los manglares, incluidos entre los ecosistemas que clasifican como humedales.

El experto explicó que “de forma general los manglares tuneros tienen un alto grado de conservación, en especial en la costa sur de la provincia, aunque se han detectados lugares de alta contaminación ambiental en el norte, como es el caso de la Bahía de Puerto Padre-Chaparra. Como región de transición entre el mar y la tierra, el manglar es extremadamente frágil y todas aquellas actividades humanas que se realicen sin cumplir los mínimos requisitos técnicos, ponen en peligro su equilibrio”.


¿Qué actividades humanas son las que más afectan a esos ecosistemas?

“Como se sabe, los vertimientos de desechos contaminantes al mar, son una de las actividades humanas que mayores daños provocan a los manglares. Pero también las construcciones de carreteras y puentes que obstaculicen el flujo natural de las aguas, pueden provocar su muerte. No obstante, en Las Tunas se han identificado otras actividades ilícitas que atentan contra estos ecosistemas. Por ejemplo, la extracción ilegal de corteza de mangle en el norte de los municipios de Puerto Padre y Jesús Menéndez, la tala de maderas en el norte de Manatí, así como de la caza furtiva, la cual se genera a lo largo y ancho de la franja costera, tanto en el norte como en el sur de la provincia.

MSc. Amado Luis Palma Torres, especialista de la Delegación de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en Las Tunas. (Tiempo21 Foto/Angeluis)MSc. Amado Luis Palma Torres, especialista de la Delegación de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en Las Tunas. (Tiempo21 Foto/Angeluis)¿Cuáles son las consecuencias futuras que puede tener la extracción de corteza de los manglares?

“Mira, algunas personas inescrupulosas ven en la extracción de cortezas una manera fácil de ganar dinero, porque los curtidores de pieles las pagan a buen precio. Pero esta actividad es muy dañina para el ecosistema. Lo ideal sería que árbol se tale y se traslade a un acopiadero para aprovechar la corteza. Sin embargo, cuando se hace en el medio natural, el mangle muere y se convierte en foco de enfermedades, que en un segundo momento contaminan a los otros árboles que están en pie, vivos. El hecho de destruir un ecosistema costero como el manglar compromete la producción de alimentos, ya que la salinidad invadiría los campos de cultivos y al final es una cadena que perjudica la vida de los habitantes de la provincia”.

¿Qué acciones se realiza para proteger  los manglares en nuestro territorio?

“Una de las más importantes es la reforestación de más de 100 hectáreas de humedales con especies como el mangle rojo y la yana, porque soportan las condiciones de alta salinidad propias de la costa. También se realizan acciones de capacitación a los pobladores de los asentamientos costeros para que ellos se comprometan con la protección de los recursos”.

El especialista señaló que CITMA como organismo rector, por si solo, no puede resolver los problemas ambientales de la provincia. Por ello se precisa del apoyo de la Policía Nacional Revolucionaria, La Fiscalía General de la República, Inspección Pesquera y el Cuerpo de Guardabosques.

Palmas Torres destacó que los manglares constituyen la primera barrera de protección contra los fenómenos naturales que afectan la tierra firme y constituyen una reserva de valiosos recursos para la economía. “Su protección, manejo y conservación es una batalla de todos, porque los problemas ambientales, al final se convierten en problemas económicos”.

Añadió que una hectárea de mangle en su ciclo de vida adsorbe hasta 160 toneladas de dióxido de carbono, gas responsable del efecto invernadero, produce una tonelada de ostiones y se convierte en refugio durante los primeros ciclo de vida de más del 80 por ciento de las especies piscícolas de valor comercial.

En la provincia de Las Tunas, 690 kilómetros al este de La Habana, los manglares ocupan una superficie superior  a las 16 mil hectáreas de bosques, pero si se consideran como ecosistemas, superan las 30 mil hectáreas.

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