Cada
14 de febrero se dedica la jornada a enamorados y enamoradas, en honor a
San Valentín y la vieja leyenda que a su alrededor heredamos de
nuestros ancestros, por eso: el poema, la canción, las miradas, los
besos, y el actuar desinhibido protagonizan los encuentros que cupido
propicia.
Para la mayoría de la humanidad amar es mucho más que
palabras y caricias; es entrega total sin exigir nada a cambio, es
pasión sincera y loca, es detener el tiempo en el primer instante, y
creer ciegamente en la pareja.
De pequeños y pequeñas se aprende del
amor, y en la medida que va creciendo la criatura se alimenta el
sentimiento; en ese tiempo deja escapar algunas luces; pero no es hasta
que se vigoriza cuando se da todo, todo.
Amar es vivir intensamente cada día con la pareja como si fuera el último de nuestra existencia; es también no cansarse de repetir cuánto se siente por el otro.
El amor es cosa de dos, que no se compra, mas, Sí se cultiva con detalles y extrema finura.
Este viernes aprovéchelo, muestre con sublime gusto la importancia del día: un pequeño regalo puede no ser mucho, pero, SÍ significar todo un mundo para tu pareja, así el obsequio consigue convertirse en una forma de eternizar el momento.
Recuerde siempre esta frase de Antoine de Saint Exupery: “Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección”.
Amar es vivir intensamente cada día con la pareja como si fuera el último de nuestra existencia; es también no cansarse de repetir cuánto se siente por el otro.
El amor es cosa de dos, que no se compra, mas, Sí se cultiva con detalles y extrema finura.
Este viernes aprovéchelo, muestre con sublime gusto la importancia del día: un pequeño regalo puede no ser mucho, pero, SÍ significar todo un mundo para tu pareja, así el obsequio consigue convertirse en una forma de eternizar el momento.
Recuerde siempre esta frase de Antoine de Saint Exupery: “Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección”.
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